

El cambio climático representa un aumento a largo plazo de las temperaturas globales, impulsado principalmente por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles. Esto provoca impactos graves, como fenómenos meteorológicos extremos, el aumento del nivel del mar y la extinción de especies, siendo las regiones más vulnerables las que sufren los peores efectos. Mitigar el cambio climático requiere reducir el consumo, aumentar el uso de energías renovables y proteger los sumideros naturales de carbono. Los esfuerzos internacionales, como el Acuerdo de París de 2015, buscan limitar el aumento de la temperatura global, mientras que individualmente podemos reducir nuestra huella de carbono adoptando prácticas sostenibles. Es importante ser conscientes que las acciones colectivas también desempeñan un papel crucial para abordar el cambio climático a nivel global.
